Tengo ratones en mi casa

Los ratones suelen llegar a nuestros hogares de manera involuntaria al ser transportados por el hombre en mercancías o bolsas, o pueden acceder a través de los jardines de las propias viviendas.
Los ratones a diferencia de las ratas, no son desconfiados, de hecho son muy curiosos y habilidosos. Si dispone de las fuentes de alimento necesarias, su radio de acción no será de más de 2-3 metros.
Cuando las condiciones climatológicas son favorables prefieren el exterior para vivir, sin embargo cuando llega el mal tiempo buscan refugio en el interior de nuestras casas, habitando especialmente áreas no frecuentadas, dentro de paredes y en objetos tales como cajas de zapatos, armarios, cajones...
Estos animales pueden ocasionar numerosos daños en los hogares, desde deteriorar libros, muebles y equipos electrodomésticos hasta destruir alimentos, tanto al roerlos, como por su orina y excremento. Provocan muchas veces fallos eléctricos al roer el cableado, por lo que es necesario tener controladas las conducciones por las que pasan los cables de las instalaciones.
Por su pequeño tamaño pueden introducirse en pequeñas aberturas o grietas, lo que dificulta su control dentro de la casa. En ocasiones no es posible ver al ratón, pero sí puede escucharse, especialmente por la noche, ya que es cuando más actividad tienen. Sus rastros más evidentes suelen ser las heces que son muy pequeñas (semejantes a granos de arroz), y los daños que causan al roer.
Dado que estos animales se reproducen rápidamente, pudiendo tener hasta diez camadas en un mismo año, es de vital importancia que al primer indicio o avistamiento de un ejemplar, se tomen medidas para evitar que la infestación siga aumentando.