Tratamiento de desinfección

Los tratamientos de desinfección son realizados para eliminar virus, bacterias y hongos de cualquier estancia con muestras de padecer estos microorganismos.
Hoy en día existe una gran cantidad de productos desinfectantes para la eliminación de los microorganismos patógenos, siendo fundamental acudir a profesionales para aplicarlos en las mejores condiciones posibles, ya que si esos productos se diluyen en exceso, se pierde la acción desinfectante y por otra parte, si se añade demasiada cantidad, puede que la acción no sea la deseada.

¿En qué consiste un tratamiento de desinfección?

Con un tratamiento de desinfección ambiental se garantiza la eliminación de microorganismos patógenos en aquellos lugares con riesgo. La desinfección ambiental debe ser siempre posterior a la limpieza, salvo contraindicación específica y sólo debe realizarse en aquellos casos en los que el programa de limpieza sea insuficiente para el control del riesgo.

¿Cómo se realiza una desinfección?

Para la desinfección ambiental utilizamos maquinaria de primera generación que permite que los desinfectantes alcancen todos los rincones de forma homogénea, mediante la técnica de la nebulización, aplicándose productos desinfectantes cuya acción puede ser: bactericida, virucida, fungicida o esporicida, según sea la actuación sobre bacterias, virus y hongos o sus formas de resistencia.
El tratamiento de desinfección ambiental, se realiza en ausencia de personas y alimentos, y además se debe completar con la desinfección de superficies, maquinaria, etc., mediante otros productos desinfectantes, como es la lejía diluida, y que debe realizar el personal o empresa de limpieza y desinfección.

¿Dónde realizamos tratamientos de desinfección?

Se pueden realizar tratamientos de desinfección en viviendas o estancias donde ha habido enfermos, aseos y cuartos de baño, duchas y vestuarios, salas de probadores, gimnasios, spas y piscinas, botiquines, viviendas con síndrome de Diógenes, salas funerarias, hoteles, sector alimentario, lugares que han sido contaminados directamente por la actividad de artrópodos (como los insectos) o roedores, etc.